Un grupo no menor de perros y gatos han sido diagnosticados con esta patología endocrina muy conocida en medicina humana, pero, a veces, olvidada en Medicina Veterinaria. La diabetes es parte del síndrome metabólico y corresponde a una alteración en el metabolismo de la glucosa. Es posible categorizarla en 2 grandes grupos: La Diabetes Insulinodependiente y la Diabetes Insulinoresistente. La primera es aquella en donde es necesario administrar exógenamente insulina, ya que tu mascota no es capaz de producirla y, por tanto, la glucosa no es aprovechada por las células. La segunda es aquella en la que, a pesar de producirse la insulina de manera normal, las células no la reconocen y, por tanto, no logran aprovechar la glucosa de manera secundaria. Ambas deben diagnosticarse mediante exámenes sanguíneos, pero normalmente los pacientes que la padecen presentan signos tales como: consumo excesivo de agua, abundante producción de orina, abundante ingesta de alimento, sobre peso y algunos problemas en la piel. El tratamiento dependerá del tipo de diabetes, pero, en líneas generales, para su éxito los hábitos alimenticios y la actividad física serán fundamentales. Si tu mascota presenta algunos de los síntomas o signos relacionados con esta enfermedad, no dudes en consultar a tu Médico Veterinario.

Paula Díaz / Dr. Adrián Henríquez
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