Los gatos amasan como parte de un comportamiento aprendido durante su etapa de cachorros, ya que este movimiento de presión con las patas ayuda a los pequeños gatitos a estimular la salida de la leche materna. Es habitual que esta conducta se acompañe de rítmicos ronroneos durante su ejecución y muchas veces el Gato Masajeador parece entrar en una suerte de trance.

Según etólogos los gatos adultos mantienen este comportamiento como muestra de su alegría y afecto a un persona u otro animal, para marcarlos con la secreción de sus glándulas sudoríparas de sus patas y también para calmarse cuando se sienten ansiosos. Algunos gatitos que se destetaron tempranamente acompañan el masaje con intentos de succión hacia las personas, animales y mantas.

“Cuando un gato nos amasa, nos trata del mismo modo que trataría a su madre” (John Bradshaw, autor de ‘El sentido del gato’ – Allen Lane, 2013).

Dr. Luis Raiteri
Círculo SMA / Médico Veterinario
Clínica Veterinaria Centenario
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