Chile, potencia mundial del vino, enfrenta el desafío de mostrar caminos para proteger la actividad. Revertir los efectos negativos del bullado cambio climático y otros factores, también responsabilidad del ser humano, es una Chile, potencia mundial del vino, enfrenta el desafío de mostrar caminos para proteger la actividad. Revertir los efectos negativos del bullado cambio climático y otros factores, también responsabilidad del ser humano, es una preocupación que algunos han asumido apostando por la biodiversidad. Junto a nuestro Columnista, Jorge Vidal, Círculo SMA, Enófilo Catador, conozcamos lo que este concepto encierra y como abrazarlo significa poder mantener lo alcanzadopreocupación que algunos han asumido apostando por la biodiversidad. Junto a nuestro Columnista, Jorge Vidal, Círculo SMA, Enófilo Catador, conozcamos lo que este concepto encierra y como abrazarlo significa poder mantener lo alcanzado.

Los primeros rayos pegan en el pasto empapado por el rocío en la Viña De Neira y Viña Cancha Alegre; las recorro apreciando el esfuerzo de viñeteros por hacer contrapeso al cambio climático con graves consecuencias para la actividad a nivel mundial.

Se habla de él a diario, pero muchas veces parece lejano, lo cierto es que está entre nosotros, lamentablemente actúa de manera silenciosa afectando a flora y fauna. Sus efectos ya son medibles, pero cuando los sintamos, puede ser demasiado tarde. Esto unido a la acción depredadora del hombre y otras relacionadas con la industria del vino, lo transforman en un problema serio para Chile, por decir lo menos.

Recordemos que somos un país potencia mundial en la producción de esta bebida y, por tanto, el aumento progresivo de la temperatura, el exterminio de especies endémicas de flora y fauna y el desarrollo de la actividad forestal, hoy amenazan con hacer desaparecer del mapa a algunas áreas. Incluso, en poco tiempo, podría no extrañarnos que los colegios enseñen como parte de la historia geográfica de Chile a algunos extintos valles vitivinícolas. Con fotografías, los libros darían cuenta de como eran esas zonas donde el vino era la actividad principal de su gente.

Luchando para Salvar las Viñas

Y mientras la naturaleza cambia, ya sea por su propio proceso milenario o por nuestro crecimiento sin cuidarla, algunos visionarios productores, conscientes de nuestra responsabilidad, están haciendo esfuerzos para conservar el ecosistema en sus predios. Así, es ya común poder ver cercos y corredores biológicos; otros, lamentablemente, ya están plantando y haciendo pruebas en zonas australes de nuestro territorio, eso sí, muchos no sólo por el problema del cambio climático, sino también por la calidad del entorno, es decir, la biodiversidad existente.

Biodiversidad que es fundamental para nuestros huertos, concepto que debemos entender como la variedad de especies de animales, plantas y microorganismos en el mundo. En la producción del vino sus efectos son parte importante de los resultados. Así, fomentar, mantener y potenciarla es una prioridad para la industria, apuntando a dos focos de su desarrollo beneficioso para el cultivo:

Control Plagas: Mientras más especies de insectos haya en el sector es menos probable que una plaga domine una plantación. Sumado a una mayor vegetación y fauna nativa, hará que la producción sea más natural, efectiva y eficiente.

Manejo Stress Hídrico: Nuestro clima mediterráneo está cambiando, se vuelve cada vez más seco. La abundancia de plantas nativas en las cercanías del viñedo ayuda a infiltrar el agua captada de las napas, potenciando el desarrollos de la vid.

El Vino, patrimonio nacional, tiene un nuevo desafío, adaptarse a las nuevas exigencias, respetando la naturaleza, su entorno y ecosistema. Creando y mejorando espacios para especies nativas, y así seguir siendo un gran foco de desarrollo en forma amigable con el medioambiente y todos sus actores.

Jorge Vidal
Círculo SMA
Enólo Catador
jvidal@vetcentral.cl