Elías Figueroa: “Para mi señora me puedo perder yo, pero el gato no”

El más grande futbolista de Chile, ídolo en Brasil, al punto de ser embajador del reciente Mundial, 3 veces el mejor jugador de América, el defensa central fue, increíblemente, un niño enfermo. Una traqueotomía que aún tiene, problemas al corazón, asma y principio de poliomelitis que lo tuvo un año en cama. Entonces, a los 12 años debió a aprender a caminar de nuevo, pero su sueño era ser futbolista y no renunció. Las mascotas lo han acompañado en ese camino de ejemplo que lo convirtió en el crack chileno, Periodista y estar en 4º año de Leyes. Andrea Donoso, desde Concón, descubrirá momentos desconocidos de un grande que hoy disfruta de la compañía de su gato Michu, para quien, Don Elías, es alguien más que debe servirlo.

Don Elías, como lo llaman miles de fanáticos del fútbol, para quien es su ídolo, acumula logros, éxitos y reconocimientos, pero en su hogar en Concón habita un personaje peludo, de cuatro patas, que no sabe de sus triunfos y que cree que don Elías está ahí para servirlo y darle el cariño que tanto desea, en el momento que él quiera: Michael Gatuso Figueroa, más conocido como Michu, un gato de raza persa, el regalón de su esposa Marcela.

“Ya tiene 9 años. Lo trajimos de Brasil y son los ojos de mi señora. Me puedo perder yo, pero el gato no”, dice riendo de buenas ganas el ex seleccionado nacional. “Una vez se perdió. Mi señora estaba desesperada, puso carteles, ofreció recompensa, lo buscamos por todos lados, y un día, a las 3 de la mañana, me llama uno de los conserjes para decirme que en el estacionamiento del edificio hay un gato. Me levanté, porque mi señora me decía que fuera. Fui y no era. A los dos días, mi señora estaba en el escritorio, abre un cajón y ahí estaba, durmiendo y nosotros buscándolo por todos lados. Desde entonces nunca más volvió a perderse”.

¿Es inquieto Michael Gatuso Figueroa?

Es bien casero y muy regalón. Cuando ve que estoy durmiendo siesta, él viene, se sube arriba de mi pecho y comienza con las patas como a acurrucarse mientras me mira. Y si a la tercera vez que lo hace, no digo nada, baja una mano, después la otra hasta que se acuesta y ahí dormimos los dos. Es primera vez que tengo un gato. Siempre había tenido perros. Mi señora fue de la idea de comprar un gatito, lo trajimos de pequeño y no tiene hijos, porque está castrado.

La gente que no ha convivido con gatos o no les gusta dice que son traicioneros, ¿cuál ha sido su experiencia al respecto?

No son traicioneros, creo que ellos sienten que son los amos y que uno tiene que hacer lo que ellos quieren. Uno les está haciendo cariño, se quedan, al rato te miran y cuando se aburren, se van, pero cuando quieren cariño vuelven, pero éste está tan mal enseñado, que a veces le digo no, pero él va y se sube a la mesa del comedor mientras nosotros almorzamos. Él nos mira, es el dueño del espacio y uno está para servirlo y cuando él quiere cariño, hay que hacerle cariño y cuando no, él se va. O cuando estamos acostados con mi señora, el va y se acuesta entre los dos, pero los dos estamos atentos a su comida, agua y a limpiarle su arena. Él es muy flojo.

Antes de tener a Michu, ¿hubo alguna otra mascota?

Sí, Cookie y Nicolás, unos Poodles que trajimos de Brasil, pero que compramos en Punta del Este. Ellos se fueron a vivir con nosotros a Brasil siendo unos cachorros y cuando volvimos a Chile se vinieron también. La Cookie era súper regalona mía, por ejemplo, una vez estuve una semana enfermo en cama y la perra no se movió de mi lado, por lo que había que darle su comida y todo en el dormitorio, al lado mío.  Cuando salíamos en auto, le gustaba irse en mi hombro, por lo que tenía que abrir un poco la ventana para que ella fuera mirando.

Ya en Chile, la cruzamos con otro Poodle y tuvo como 10 perritos que en su mayoría se regalaron. A ella y a Nicolás los llevamos al fundo de Villa Alemana, porque eran demasiados. Cuando llegaba, me tenía que tirar al suelo y ellos pasaban por arriba de mí, me lamían, era un ritual de dos minutos. Eran muy simpáticos.

¿Y qué es de ellos ahora?

El Nico murió tristemente acá en Reñaca (Región de Valparaíso) aplastado por una micro. Fue lo más doloroso que nos pasó. Lo enterramos en el patio de la casa que tenemos en Reñaca. Después compramos otra perrita, una Golden Retriever, a la cual le pusimos Cookie, en honor a la perrita que habíamos tenido antes. También fue muy cariñosa.

¿Y este cariño por los animales se lo traspasó a sus hijos?

Mis hijos también tienen mascotas. En Villa Alemana vive mi hija con mis nietas y 3 perros. Y ahora rescatamos uno del incendio de Valparaíso, al cual los niños le pusieron Félix. Es blanco con pintas negras. El pobre estaba todo quemado, sus patitas, sus orejas. Ahora está bien.

¿Y de quién fue la idea de adoptarlo?

Tengo una fundación llamada Gol Iluminado. Fuimos a un albergue y pensamos en los niños, llevamos pelotas de fútbol, camisetas y ahí apareció este Félix que estaba quemado. Me lo traje y lo dejé en la casa de Villa Alemana, porque acá no lo podía tener por el Michu. Ya salta, está bien, con todos los cuidados Médicos Veterinarios correspondientes.

Me dio una pena terrible lo que sucedió en Valparaíso, ver a los perritos quemados. La gente tenía mucha pena, porque no sabían dónde estaban sus perros o gatos. Fue realmente una tragedia.

¿Cómo lo han marcado las mascotas a lo largo de su vida?

Mucho. Fui un niño enfermo, me hicieron una traqueotomía, tuve problemas al corazón, a los 6 ó 7 años no podía correr, me venían ataques de asma, por lo que jugaba dentro de la casa con un perrito. Ya de adulto, tuve caballos y vacas que vendí junto con el fundo cuando me fui a vivir a Brasil, porque no sabía cuánto tiempo iba a estar allá. Eso fue ya cuando me retiré y es algo de lo que me lamento, porque después volví y echaba mucho de menos, porque me encantaba andar a caballo.

Hablando de Brasil, ¿cómo tratan las personas a sus mascotas allá?

No hay tantos animales sueltos como acá. Nosotros vivíamos al frente de un parque y veía como la gente salía a pasear con sus perros, pero ellos andan con su bolsa para su caquita, acá no. Acá hay más perros callejeros.

¿Por qué cree que en Chile cuesta la Tenencia Responsable de mascotas?

Es una cosa de cultura y costumbre. En los últimos años se empezó a copiar el tema de andar con la bolsita, pero hay muchos perros sueltos.

Y en muchas casas pasa que tienen perras y éstas tienen crías, las botan a las calles y esos perros buscan donde comer, hacer sus cosas y eso da lata. Yo conozco gente que me ha dicho que fue a botar perros, porque no puede tenerlos y ahí yo les preguntó: ¿por qué no los regalan o esterilizan a sus perros? Pero siempre responden que no pueden, que la comida, que sé yo. De hecho, acá en el edificio andan gatos y yo bajo y les doy alimento, porque me dan mucha pena. Y parece que ya me conocen, porque cuando llego al estacionamiento, no hay nadie, pero me bajo y comienzo a escuchar miau, miau.

En Santiago, la alcaldesa Carolina Tohá presentó una ordenanza municipal que prohíbe alimentar a los perros callejeros. Quien lo haga deberá hacerse cargo de los mismos, de no hacerlo, se aplicará una multa de hasta $200 mil por concepto de maltrato y abandono. ¿Qué le parece?

Creo que es duro. Es una pena, porque eso nos hace transformarnos en unos tipos más fríos. A todos los que hemos tenido mascotas y que cuidamos de ellas nos da pena ver animales hambrientos. Por ejemplo, al Michu cada tanto va al veterinario a que le corten el pelo, lo bañen, pero los otros andan botados, pasando hambre y por eso bajo a darles alimento. Es un acto humanitario, los gatos son como niños chicos. Me miran con una carita como diciéndome dame algo y yo les doy un poquito de comida.

“El fútbol ha sido todo en mi vida. El fútbol me sirvió de aliento y para mejorarme de muchas cosas..”

¿Qué significa el fútbol en su vida?

El fútbol ha sido todo en mi vida. El fútbol me sirvió de aliento y para mejorarme de muchas cosas. Todavía tengo la traqueotomía, a los 11 años tuve un principio de poliomelitis y estuve un año en cama. A los 12 años aprendí a caminar nuevamente con muletas. Pero como niño, yo quería ser futbolista y no podía, pero era mi meta. El fútbol me ayudó a tener esa perseverancia.

Es raro que un niño a los 6 ó 7 años duerma con un código civil debajo de la almohada pensando en ser abogado o con un estetoscopio pensando en ser médico humano, pero con una pelota de fútbol, el 99% de los niños la tienen.

¿Qué siente ser uno de los 100 mejores futbolistas de la historia de los mundiales y que en Chile lo consideren el mejor de todos los tiempos?

El deporte, en general, es por lo que tú consigues. En el fútbol dejé un legado, tres veces el mejor jugador de América, dos veces mejor jugador de la liga brasileña. Y para la gente que no sigue el fútbol también es importante. Siento el cariño de la gente y el respeto de mis pares. Ahora mismo, el Estadio Elías Figueroa (Valparaíso). Yo tengo un nieto de 5 años que se llama también así, él se siente muy orgulloso y un día me dijo: “tata, tenemos estadio”. Es un orgullo para mí y ojalá sea un ejemplo, para que en vida a la gente le hagan estos homenajes, a los deportistas que vengan después y no sólo en el fútbol.

Un grande con todas su letras a quien la fama no lo supera y, por el contrario, le sigue enseñando que cada día se aprende algo para seguir siendo feliz, porque “nunca se me han ido los humos a la cabeza, ni olvidé mis orígenes. Entré a estudiar a la universidad, pensando en ser un ejemplo para los niños, tengo 4º año de leyes y soy Periodista”. Esperamos que alguien le lea esta entrevista a Michu a ver si así, al menos, sabe de quien demanda cariño.

donosoAndrea Donoso
Periodista / Prensa SMA
prensa@supermascotas

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