Parece no se detiene. Lo entrevistamos en plena gira de su disco, Luis Jara en Concierto. En paralelo a nuevos desafíos: una maratón en Santiago y la gran carrera del nuevo matinal del 13 que  este iron man de las comunicaciones promete conducir con éxito.

Entrevistar a “El Entrevistador” no prometía ser fácil. Al cantante hecho animador, al animador hecho humorista, al artista por esencia que no se detiene en reinventarse y dominar escenarios al punto de haber logrado hacer de la  conversación un oficio que, dominándolo con maestría, cautiva al público como pocos.

Las 12:04 y estábamos en las puertas del complejo turístico donde Luis Jara tomaba un pequeño descanso junto a su familia en las costas de la VIII región. Nos recibe con la mayor  naturalidad en una casa rodeada de verde, cuya ubicación y árboles parece desconectarla del mismo lugar.

Junto a sus dos hijos, pequeños caballeros que escuchan atentamente, iniciamos nuestra conversación. Poco a poco, iremos descubriendo que los animales y la naturaleza han ido ganando un espacio en él y su familia, casi sin darse cuenta ni buscarlo. Espacio que si hoy pudiera, adelantaría en la incorporación a su vida. Su contacto con mascotas se produce a los 15 años cuando su padre se vio en la necesidad de traer una gata a casa por los “malditos roedores”, como diría un mono animado de la época. Luego vino el cambio de hogar y la gata ya era parte de la familia, más por su padre y su hermana, pues el futuro cantante pensaba algún día tener un perro.

Y aunque la gata no era de su devoción, conocer sus características le permitió sacar enseñanzas para enfrentar a las personas y, entre bromas y en serio, la relación con las mujeres, pues, nos asegura, “hay algunas características del gato que algunas personas poseen también. Esa mirada media de incredulidad, esa mirada de desconfianza. Y algunos caminares femeninos que se asimilan a las gatas. Lo que me ha permitido tomar algún tipo de determinación importante”, esboza una sonrisa con ironía.

Aprendiendo Junto a sus Hijos

Pero son los perros los que lo han conquistado. Este animal lo seduce “un montón, porque me parecen nobles; bellos, la mayoría. La empatía que tiene con el ser humano es sorprendente”. Algo que valora con mayor fuerza con la actual mascota, Bella, una cooker que se roba las miradas de todos en casa, aunque el recuerdo de su perro pastor alemán Crico permanece vivo, “realmente cuando se perdió lo sentimos un montón, lo lloramos mucho, fue un perro muy querido por todos nosotros”.

Pero Bella no se queda atrás, ganando terreno con cada gracia. “Me ha servido mucho para establecer otro tipo de lenguaje con mis hijos. Bella, nos genera muchas emociones, entonces me acerco más a mis hijos”. Por lo que no duda en recomendar intentar tener una mascota en casa, “lo recomiendo un montón, lo recomiendo mucho. Ahora, esta perra creemos que es lo más inteligente que hay”, lo dice en un tono que habla de ese lenguaje especial que ha logrado con sus hijos, estimulando una complicidad con ellos y un cariño especial por el animal. Entonces de inmediato su hijo Felipe, respetuosamente, le recuerda la forma como la llaman y Luis se compromete a demostrarlo al final de la entrevista, parte, nos asegura, de este lenguaje especial y códigos propios. (VER FOTO)

Comprendemos que el tiempo que Luis se demoró en tener contacto con mascotas, sus hijos lo han recuperado con creces. Felipe de 11 y Nicolás de 9 “son full animales. Si fuera por ellos, estaríamos llenos de animales, ¡lleeeenos, lleeenos! Felipe compró tortugas…” “Con mi plata”, agrega desde la punta de la mesa. Lo que es reconocido con orgullo por El Entrevistador, quien añade en tono de padre amigo que “se le olvida alimentarlas de vez en cuando”. Acciones que le reafirman la bondad de un animal en casa, pues “tiene que ver con la formación, de hacerse cargo de alguien desde muy pequeño. Les genera responsabilidad. Además, me hace mucho sentido todo lo que tiene que ver con los afectos. Entregarle cariño a un animal también me hace feliz”.

Y hablando de su felicidad, hasta la terraza llega la señora de Luis, Silvana Hasbún, quien nos vuelve a hacer sentir en casa. Las bebidas y las galletas fueron un toque oportuno, sobre todo para nuestro fotógrafo Gonzalo Cruzat, que sólo entonces hizo una pausa. A esas alturas, hasta yo me sentía estrella con tanto clic de su cámara. Para El Entrevistador todo un juego, posando para la cámara en medio de nuestra charla, sin perder el entusiasmo de la misma.

Al instante nos presenta a su esposa y le dice que venimos a entrevistar a Bella. Siguiendo el juego y con mucho humor Silvana nos informa de algo que retrata a Bella y, lógicamente, a muchos de sus pares. Señalando a la piscina vemos una alfombra al sol. Bella no había iniciado el día  de la mejor forma. Antes que sigamos y asumiendo el problema, El Entrevistador con pesadumbre lo suelta: “se cagó en la alfombra”; las risas de todos aliviaron la carga para Bella. Aunque Silvana sigue preocupada de cómo lograr que Bella entienda.

Como para intentar cambiar el tema, preguntamos por alguna anécdota con animales y Luis, siempre rápido, no duda: “en general todas las anécdotas tienen que ver con la caca que no está en el lugar que debe estar”, más risas. Entonces Silvana agrega, orgullosa y para terminar de salvar a Bella: “no, pero tú te mueres cómo lo saluda. O sea, escucha a Luis y se arrastra con las patas”. Nicolás aporta lo suyo: “y siempre que salimos acá nos espera en la mitad de la calle acostada”. Sin duda Bella los tiene conquistados a todos y, tal vez, ahí esté el problema de sus especiales huellas en la alfombra y otros sitios.

Y aunque, como nos reconoce, están chochos con Bella, a la hora de hacer diferencias entre las personas y los animales, el conductor del nuevo matinal del 13 lo tiene claro y no colocaría “en la misma escala valórica a  un animal que a un niño, que a un ser humano. Son seres vivos que sienten, pero hay mucha carencia afectiva en los humanos también. Como todo en la vida, me parece que los extremos son malos”.

¿Hacia dónde debería avanzar Chile en su preocupación por los animales?

Me llama poderosamente la atención el incremento del perro callejero que genera un montón de problemas para la gente. Peligrosas peleas en las calles, posibilidades de infecciones, problemas sanitarios graves que involucran importantes recursos económicos y humanos. Debería haber un serio cuidado con la sobrepoblación de perros callejeros.

¿El contacto con la naturaleza, con un medio ambiente limpio, también te preocupa?

El hecho de estar acá y de vivir en una parcela en Santiago (Vichipureo), demuestra que me encanta. Pero el contacto con la naturaleza implica un cierto nivel de compromiso. Cuidar lo que hay en el entorno y que mis hijos aprendan a cuidarlo. Porque cuando tú  tienes un contacto con la naturaleza, a mí, particularmente, me genera más felicidad.

¿Qué se debería hacer como país en la materia?

Me preocupa mucho la falta de control que todavía hay en el sur a la hora de reaccionar frente a los incendios forestales. Entendiendo que es casi inevitable en lugares como estos por la cantidad de árboles y las altas temperaturas, pero este verano fue macabro”.

Aclara no ser un luchador de Greenpeace, pero en su esencia está pelear por lo que busca. Prueba de ello es la maratón por Santiago para la que se prepara junto a todas sus otras actividades. Lo hace a conciencia, acompañado por un personal trainer que le permita conseguir con éxito el reto de los 21 kilómetros que lo acercarán a una vida más sana. Hace 10 meses dejó de fumar.

La maratón se correrá el 1º de abril, pero antes ya habrá pisado otra pista, la de los matinales. Es que Canal 13 ha apostado fuerte a su rostro en la lucha de las mañanas. Una apuesta que lo tiene “expectante”, pues sabe deberá entrar con todo a romper la historia del rating, buscando para ese espacio “darle una  actitud distinta, porque siento que está como la misma tecla siempre: la farándula, la lectura de diarios, la moda. Siento que podríamos indagar por lugares diferentes”. Un espacio que, tal vez, lo someta a la prueba más clara de empatía con el público, pues el programa deberá ser ganado más por la persona que por la estrella.

“Ppdré hablar más directamente con la gente. El desafío es ser más cercano. Hablar con la dueña de casa, con la tercera edad, con los niños. Yo en un estelar eso, por lo general, no lo puedo hacer. En el estelar estoy vestido de estrella con las estrellas”.

Pero aunque todo hoy está secretamente guardado, está claro que una de sus mejores armas se hará presente. El Entrevistador diariamente generará esos momentos que han cautivado las horarios de máxima audiencia, prime time. Un sello de entrevista que sabe ha hecho escuela. “Lo mejor de todo es que ha sido de manera inconsciente, yo no hice cursos ni nada, simplemente estuve atento. Hay que estar atento a la persona que está frente tuyo, pero no solamente en la tele. Las interrupciones son cuando yo no tengo la posibilidad de mirarla a los ojos, no tengo más ciencia que eso. La acompaño de rigor periodístico y con participación en toda la construcción. A veces, claro, tengo que correr el riesgo que no le guste a alguien: “la entrevista no estuvo muy buena, porque se la dejamos toda a Lucho’”.

Pero está claro, dejársela a Lucho promete; por algo, en marzo, el madrugador encendido de pantallas tendrá en Canal 13 la fuerza de un Luis Jara listo para enfrentar una maratón. Todo un iron man de las comunicaciones dispuesto a llevarse las preferencias conquistando a los televidentes con su naturalidad. Esta vez, más que nunca, El Entrevistador dejará  a la estrella en camarines.