Cuando los Juegos de Río están por avivar la llama del deporte, conozcamos la historia de un atleta paraolímpico cuya vida cambió en un instante, transformando sus metas. Tras más de 12 cirugías en sus ojos, debió aprender a moverse de manera diferente en el mismo mundo que antes controlaba. El atleta paraolímpico de Salto Largo y Triple, Alejandro Arellano, hoy sueña con una nueva meta, hacer de Kayser su Perro Guía. Este es su relato, su ejemplo de vida.

Tenía 17 años y cursaba 4° Medio cuando en clases le comenté a mi compañero de banco que sentía algo extraño en mi visión, no le dimos importancia. Luego en casa mis padres me observaron los ojos sin encontrar nada extraño. Al día siguiente las molestias continuaban y mis padres me llevaron al oftalmólogo, al mismo que visitaba por controles de rutina.

No olvidaré esa visita. El médico, tras examinarme, me informa que tenía un desprendimiento de retina en mi ojo derecho y la única opción era una cirugía urgente. Tras ella tuve más de 10 operaciones en un período de año y medio, donde los post operatorios fueron complejos y, finalmente, perdí la visión de mi ojo derecho.

Con todo el proceso, no pude seguir asistiendo a clases, pero gracias a la ayuda y apoyo de mis profesores y del colegio, rendí pruebas especiales y logré graduarme de 4° Medio e ingresé a estudiar Ingeniería en Informática.

Cursaba mi Tercer Año y la escena del colegio se repitió con mi ojo izquierdo. Por la experiencia, esta vez mi reacción fue inmediata y al día siguiente estaba en pabellón operándome por un desprendimiento de retina.

Las sucesivas cirugías, ahora arrojaron resultados positivos, permitiendo mantener un porcentaje de la visión, pero debido a lo reiterado de las operaciones, se me produjo un glaucoma que me hizo perder progresivamente la visión. Actualmente tengo un 8% de visión en mi ojo izquierdo.

Un Compañero de Vida

Entrar al mundo de la discapacidad visual era algo desconocido para mí. Me tomó dos años adaptarme a mi nueva vida, en la que ya no tenía la misma independencia. Tuve que dejar el deporte y necesitaba el apoyo de un bastón para poder desplazarme, lo que me incomodó bastante. Proceso en el que conocí a una señora ciega que tenía un Perro Guía, el cual reemplazaba el bastón y la llevaba por su camino de manera perfecta. Me comentó que fue un cambio muy positivo el dejarse guiar por un perro, dada la confianza y la seguridad que le entregaba al caminar.

Afortunadamente, siempre me han gustado los perros y con esto encontré una posibilidad de que el mejor amigo del hombre fuera ahora mi mejor compañero de vida y guía de mis pasos. Pero para poder acceder a un Perro Guía debía postular en el extranjero y cumplir ciertos requisitos, y de calificar debía viajar a buscar a mi perro y entrenar con él un mes, antes de regresar a Chile. Muchas personas en el mundo postulan por un Perro Guía, pero es un proceso difícil y son pocos los países que entrenan estos perros.

Como ello no pude lograrlo, actualmente tengo a Kayser, un Pastor Alemán de 6 meses que hoy es mi gran compañero al que quiero entrenar para que se convierta en mi Perro Guía y para ello trabajo con una fundación y así alcanzar este nuevo sueño.

Tarea en que elegir la alimentación de Kayser era fundamental, para lograr tener un perro sano, inteligente, hábil y fuerte. Por eso, desde hace dos meses se está alimentando con Science Diet de Hill’s, alimento que le entrega un aporte nutricional y una calidad de primer nivel en la importante etapa de cachorro que influirá en su desarrollo.

Porque igual que pasa con los humanos, Kayser necesita las grasas, las proteínas y los minerales (ejemplo fósforo y calcio), para construir huesos y músculos fuertes para el crecimiento y su rendimiento físico de todos los días. Science Diet de Hill´s es el alimento para él, porque también me permitirá darle todos estos nutrientes cuando sea un perro adulto.

Así Kayser me permitirá continuar con mi vida como deportista y como persona independiente y, estoy seguro, construiremos un gran sueño official source. Porque él vive dentro de mi casa, duerme en mi pieza y a pesar de mi discapacidad, logramos comunicarnos muy bien. Sin duda él será mi gran Compañero de Vida.

Alejandro Arellano
Amigo Círculo SMA
Atleta Paraolímpico de Chile