El Regreso del Vino Orgánico
Estaba guardado esperando su mejor momento, desde nuestros inicios era un tema que desarrollar y hoy nace la sección: De La Tierra a La Copa para hablar del Vino. Fiel a nuestro espíritu lo hacemos buscando rescatar lo natural, el respeto al medio ambiente, y en el cultivo de la vid ello es todo un tema, al punto que hoy se habla de Vino Ogánico, como el gran descubrimiento para obtener un producto natural. Junto a nuestro Columnista, Jorge Vidal, Círculo SMA, Enófilo Catador, comencemos a conversar de Vino partiendo por develar que la Vitivinicultura Orgánica está en nosotros desde la Colonia y, afortunadamente, no desapareció. La fuerza de su tradición vuelve para potenciar la historia del vino chileno.
Crujen las hojas con cada uno de mis pasos, sonido que en esta época ofrecen en su mejor estado las añosas parras de históricos viñedos, ésas que han sabido sobrevivir al desarrollo para defender la esencia del vino. Tal parece sabían que el valor de su bebida estaba, justamente, en el proceso natural de su elaboración. Es que hoy escuchamos hablar de la grandeza de los Vinos Orgánicos, como si se tratara de lo más depurado de la evolución de esa industria. Sin embargo, casi sin captarlo, estamos siendo testigos de como el hombre vuelve a sus inicios, rescatando de ahí el verdadero valor de la vid, el verdadero sabor del vino.
Mientras recorro esta plantación de raíces en los tiempos de la Colonia, no dejo de sorprenderme de los inicios de nuestra Vitivinicultura, la agricultura dedicada al cultivo y cuidado de la vid, que nos entregó las primeras botellas de Vino Chileno. Increíblemente aquí, como detenido en el tiempo, está el proceso natural de obtener el exquisito brebaje. Pero llegó el crecimiento y la tecnología trajo cambios para obtener la sangre de la tierra, llegándose a hablar de un mejor producto. Sin embargo, muchas viñas resistieron al discurso seguras estaban en lo cierto.
Así, hoy resuena con mucho glamour el concepto Viñas Orgánicas, Vino Orgánico, como si habláramos de un producto superior a lo conocido, pero ya sabemos que la Agricultura Orgánica, alternativa a la agricultura convencional, no es más que volver a hacer las cosas como en sus inicios, de la manera más pura, casi sin intervención. Concepto utilizado en Norteamérica, Sudamérica y países de habla inglesa, pero en Alemania y España se habla de Agricultura Ecológica y en Francia e Italia, Agricultura Biológica.
Viñas Orgánicas y Patrimoniales
Esa discrepancia en el término, llevó a que la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), la definiera (año 2005) como “producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan efectos adversos. La agricultura orgánica combina tradición, innovación y ciencia para favorecer el medio ambiente que compartimos y promover relaciones justas y una buena calidad de vida para todos los que participan en ella.”
Entonces, para ser una Viña Orgánica, el vitivinicultor debe utilizar todos los recursos disponibles en su predio, elaborando sus propios insumos, utilizando métodos biológicos para el control de plagas y enfermedades, y por ende, fomentar la biodiversidad, mantener la flora y fauna nativas, utilizar envases ecológicos y biodegradables e incorporar energías renovables. Luego está la certificación, pues no es lo mismo hacer vino con uvas orgánicas que hacer un Vino Orgánico.
Con el taco y punta de mi bota remuevo la tierra alrededor de las parras para ver donde comienza la humedad, como si pudiera atrapar la sabiduría de sus raíces, pues la Vitivinicultura Orgánica tiene historia, más que nuestra Patria. Pequeños productores mantienen sus costumbres, tanto en el cuidado del viñedo como en la vinificación, y el potencial es mayor aún considerando las condiciones climáticas y la calidad de suelo, principalmente en la zona centro-sur.
Así, una gran parte de los viñedos más antiguos de Chile, están estrechamente conectados con este proceso orgánico, son las denominadas Cepas Patrimoniales como la País, Carignan, Cinsault y Moscatel, entre otras. Pequeños productores que dan la lucha por rescatar las tradiciones de la Vid, donde fluyen los Vinos de Autor que dan vida a cooperativas y asociaciones gremiales para fortalecer el comercio justo. Ahí la sangre de la tierra sigue viva, ahí su sabor no ha cambiado y el tiempo le dio la razón.
Jorge Vidal
Círculo SMA
Enófilo Catador
jvidal@vetcentral.cl
Talca