Si no tiene restricciones dietéticas, puedes hacerlo en dosis mezclándolo con una pequeña cantidad de alimento húmedo y muy sabroso, siempre de buena calidad, evita los de supermercados. Dale una porción sin la medicación, para que no sospeche. Luego no lo mezcles con el total de la comida, porque si no se la come toda, no se habrá administrado lo indicado por tu Médico Veterinario.

Para darlo directamente en la boca, agítalo, échalo en un recipiente y aspíralo con una jeringa. Llámalo alegremente, para que no sospeche y acércalo a una pared evitando pueda retroceder. Subirlo a una mesa puede facilitar la tarea, si nos aseguramos que no pueda lastimarse al intentar bajarse o escapar, un ayudante debe tomarlo abrazándolo alrededor del hombro y pecho. Tomando el hocico con una mano, inclina la cabeza ligeramente hacia atrás (45º), pon la punta de la jeringa e inyecta el líquido en la bolsa formada entre la parte posterior de la mejilla en el ángulo de la boca y los dientes. No lo hagas abriendo la boca o inclinando demasiado la cabeza hacia atrás.

Adminístralo despacio, de a poco y con pequeñas pausas entre cada porción, dándole tiempo al animal a ingerir. Si lo hace y sin resistirse felicítalo mucho (reforzamiento positivo) y, si es posible, dale una golosina, esto facilitará las cosas en la próxima administración.

Dr. Germán León
Círculo SMA / Médico Veterinario
Clínicas Melipets
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