De la nada nos da un zarpazo, se roban nuestra comida, saltan sin explicación o se comportan como nunca frente a las visitas. Escenas variadas para llamar nuestra atención que nos pueden hacer perder la paciencia. Junto a nuestro experto Columnista en comportamiento, Dr. Germán León, Clínicas Melipets, Círculo SMA, sepamos como lograr revertir estas acciones antes que el problema sea mayor.

En nuestras mascotas el comportamiento de querer llamar la atención, tal vez lo hacen para obtener información del ambiente o de la situación social. Éste puede incluir muchas acciones distintas, como la vocalización, caminar sin parar de un lado para otro, dar zarpazos, excavar, aumentar la vigilancia, tocar con la pata su objetivo o seguirlo, entre otras.

Comportamiento que no se asocia de manera especial ni a edad, sexo o raza, pero sí suele asociarse a condiciones de ansiedad, inestabilidad, falta de confianza o no saber comportarse frente a diferentes situaciones.

En los perros se manifiesta con dar golpes con los codos, ladrar, empujar, pedir o robar comida y objetos varios, tocar a la persona con la pata, gemir y mordisquear, hasta ponerse agresivos.

En los gatos se manifiesta con tocar al dueño con la pata, vocalizar, destruir cosas, correr, pedir comida, zigzaguear, saltar en lugares inapropiados, robar cosas o interponerse al avance de las personas. También pueden ponerse agresivos.

Como Enfrentarlo

Las respuestas del dueño, como mirar, tocar, hablarle correctivamente, más que calmar, aumentan la conducta. Así, luego en la Consulta Veterinaria, el dueño manifiesta las clásicas quejas que escuchamos: “me sigue a todos lados, incluso al baño”, “no me deja hacer o terminar nada”, “rompe todo cuando no estoy con él o lo ignoro“, “no puedo invitar a nadie… no le gusta”.

No se conoce a ciencia cierta las causas o desencadenantes, pero el castigo inapropiado, falta de actividades, temperamento individual, deficiencias en el período de socialización temprana son algunos postulados para la presentación de la conducta.

El tratamiento básico es conocido como Técnica Conductual de Extinción. Para ello, lo primero que debe ocurrir es la eliminación del refuerzo positivo del comportamiento no deseado. Esto incluye a los miembros de la casa y a las visitas. Por lo tanto, el simple hecho de mirar a la Mascota, decirle no o empujarla, puede ser interpretado por ella como un refuerzo positivo (Premio). Por el contrario, debemos incentivar y premiar los comportamientos deseados, por ejemplo, acariciarlo cuando está tranquilo y relajado.

En resumen, debemos redefinir la relación Dueño-Mascota y empoderar al dueño, para que él sea el que inicia las interacciones entre ellos y siempre cuando la Mascota está tranquila.  En esta nueva etapa debes considerar la primicia: la mascota debe ganarse todo, ello incluye comida, caminatas, juegos, acceso al exterior, caricias. Además, enseñarle la orden Calmado o Sentado. Debemos entender que nuestras Mascotas no son seres verbales y que aprenden más de nuestras acciones; por lo tanto, no verbalice o dé órdenes a distancia. Debemos ignorar el llamado de atención y no a la Mascota.

Recuerda que cada una de estas acciones debe seguir una rutina, sólo la constancia y apropiada repetición te permitirá la comunicación con tu compañero que, finalmente, logrará resultados. No muy distinto que cuando estamos educando a una persona, tal vez y sólo tal vez la diferencia pueda estar en el número de repeticiones.

Dr. Germán León
Círculo SMA / Médico Veterinario
Clínicas Melipets
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