Más Ciclovías de Verdad
Si en la Edición anterior te hablamos de la importancia del uso de la bicicleta, hoy queremos poner el acento en la problemática de la falta de verdaderas ciclovías. Sin ellas será imposible que más ciudadanos adopten este revolucionario medio de transporte. Andrea Donoso se subió a una cibernética y hoy nos da cuenta de como los esfuerzos por desarrollarlas no han sido verdaderos o han estado en manos de autoridades incapacitadas para el cargo.
Isabel y Cristián aman subirse a la bicicleta cada vez que pueden. Aman recorrer senderos de Santiago y de otros rincones del país. “Hemos recorrido el Cajón del Maipo, la ruta 68 hacia a Lo Vásquez, el Litoral Central, la Isla de Pascua. Andar en bicicleta es lo mejor, porque puedes recorrer muchos kilómetros sólo con el poder de tus piernas”, confiesan. No obstante, al igual que miles de ciclistas chilenos, tienen una gran queja: el estado de las ciclovías. Por ello, las veredas son sus mejores aliadas en cuestiones de seguridad. “Tengo mucho miedo de que me atropellen”, asevera Isabel.
En definitiva, el país no cuenta con una infraestructura que estimule el uso de este vehículo. Lo que hay, sólo en grandes ciudades, es mínimo, un saludo a la bandera y, muchas veces, en malas condiciones de material y de diseño.
En la Región Metropolitana hay 32 comunas que cuentan con intentos de ciclovías, cifra insuficiente para la creciente demanda por el uso de este sistema de transporte. Por ello, el Gobierno tiene planificado para el 2016 aumentarlas en un 46%.
Así, a principios de abril se dio el vamos a la segunda etapa de construcción de la ciclovía de calle Teatinos. Tal como da cuenta desde el portal del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, el titular de la cartera, Andrés Gómez-Lobo: “queremos fomentar otros medios de transporte sustentable como es la bicicleta y también que haya convivencia en los distintos medios de transporte, fomentar el transporte público, fomentar la caminata y también fomentar la bicicleta”.
“Esto es parte de un plan que esperamos permita extender en los próximos dos años de 30 a 50 kilómetros de ciclovías, pero con una lógica de red que conecte diversos trayectos y con un estándar muy superior al que tenían anteriormente. Queremos priorizar la movilidad potenciando el transporte público, dando más y mejores espacios a los peatones y generando condiciones seguras para la bicicleta”, asegura Carolina Tohá, Alcaldesa de Santiago, también presente en la ocasión.
En esta línea y a nivel regional, ya hay inversión para la construcción de ciclovías que unan comunas, además de 24 kilómetros de conectores en vías ya existentes, que buscan la ansiada conectividad en la Región Metropolitana. Así calles como Clotario Blest unirá las comunas de Recoleta, Independencia, Santiago, San Miguel y Pedro Aguirre Cerda. Otro gran proyecto es Mapocho 42K, que recorrerá toda la ribera del río.
Al parecer los esfuerzos estarían encaminados hacia mejorar lo que ya hay y crear nuevas alternativas para los usuarios de las ciclovías. Lo cierto es lo que se necesita, si de verdad queremos transformar nuestras ciudades, no sólo Santiago.
Ciclovías a Medias, No Son Ciclovías
Tal vez no te den ganas de subirte a una Cleta si visitas la lista del Movimiento de Ciclistas Furiosos que identifica las peores ciclovías de Santiago. Análisis exhaustivo que parte en Club Hípico, donde las ciclovías son extremadamente angostas y al recorrerlas se deben esquivar postes de luz, distintos tipos de pavimento y basureros. Situación similar se vive en Dublé Almeyda y Simón Bolívar, en la comuna de Ñuñoa. Aquí los obstáculos y problemas de diseño pasan por árboles y postes en la vía, además, increíblemente, en algunos lugares se cortan por quioscos y paraderos de micros. Lo que se repite en Departamental, en donde para transitar hay que sortear árboles, esferas anti-estacionamientos y los vehículos aparcados sobre ella.
Luego, verás que la ciclovía de Costanera es de tierra, lo que la convierte en un barrial en invierno, además está paralela al camino peatonal, lo que hace que muchos se confundan. En calle Carmen, va sobre la vereda, por lo que es usada por muchos como estacionamiento, lo mismo sucede en avenida La Paz y en Vicuña Mackenna, a la altura del paradero 14 hacia el sur, donde se suma el hecho de que algunos ciclistas la ocupan como doble vía, siendo que es de un solo sentido.
Este recorrido cibernético nos muestra una Alameda con desniveles peligrosos para ciclovías y a peatones haciendo uso de ellas, obligando a los ciclistas a bajar a la calle. Por último, los intentos no verdaderos por desarrollar ciclovías en Santiago quedan al descubierto en Tobalaba, entre Departamental y Vespucio, este sendero ha sido protagonista de muchos accidentes, debido a la caída de árboles en el sector.
El análisis es irrefutable y, como siempre, sólo queda esperar que efectivamente las nuevas ciclovías respondan a su significado y sean desarrolladas por verdaderos expertos en la materia que asumen los cargos donde se decide su ejecución.
Andrea Donoso
Periodista / Prensa SMA
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