Por muy limpios e higiénicos que parecen los gatos, siempre habrá una ocasión en que tendremos que bañarlos, por lo que es recomendable realizarlo desde pequeños. Lo primero es cepillarlos, para los de pelo corto, recomiendo guantes con puntas de goma; para los de pelo largo, rasquetas de púa fina. También comienza con estos cepillados desde que es pequeño, pues así lo sentirá como caricias, debe realizarse siempre que esté tranquilo y relajado. El baño, en un ambiente temperado, aplicando algodones en los oídos y protegiendo los ojos con algún ungüento. El agua, tibia evitando las orejas y la cara y no lo refriegues, tus movimientos deben ser suaves y hablándole con cariño. Si baja las orejas, mueve la cola con rapidez o vocaliza, se está sintiendo a disgusto y es mejor enjuagar y secar con toalla rápidamente y dejarlo que se relaje.

Jamás usar secador, no toleran ni el viento ni el ruido que produce, por lo que sólo usamos toalla, sin restregar, y el resto que se seque solo. Salvo que lo hayamos acostumbrado de pequeño al baño, nos permitirá el secador, el cual debe ser tibio y a distancia. Si no acepta que lo mojen, es mejor el uso de espuma seca, el champú en polvo no es recomendable, pues los residuos le son molestos y les puede generar prurito y lesiones dérmicas.

Dr. Germán León
Círculo SMA / Médico Veterinario
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