El Espanglish de Areli: La Revolución de las Rancheras
El canto lo lleva en la sangre desde su bisabuela, creció rodeada de animales y música. Se tituló de inglés en la Universidad de Concepción y, en paralelo, desarrolló su pasión por componer y cantar.
Largo recorrido que ha explotado, en menos de un mes su ritmo en espanglish Hey Baby Que Pasó?, supera las 75 mil reproducciones en youtube. Y por culpa de su otro tema, Sólo Quiero Divertirme, hoy la quieren en Perú.
Letras pegajosas que obligan a bailar y que, también, nos llevaron a contactarla para conocer a quien promete revolucionar las Rancheras en Chile.
Gallinas, pollos y gallo, ya no se escuchan desde el corral del hogar, sólo se oyen notas de guitarra y el asombroso canto de una pequeña de 7 años. Ana María Méndez Araneda, con instrumento y todo, logra meterse al gallinero de su casa en Chiguayante y cantarles a sus Mascotas regalonas, las gallinas Poli y Daimi. Y, bueno, a todos sus amigos plumíferos.
La cercanía con los animales, la música y el canto será una constante en su vida, el arte lo lleva en la sangre heredado de su bisabuela Uberlinda Parra, amiga de Violeta, pero no familia. Como nos cuenta, “yo venía de fábrica con esto”, porque cuando de pequeña su madre la llevaba al centro de Concepción, se escapaba de sus manos al escuchar cantar a los artistas callejeros, para lograr llegar al punto donde daban el concierto popular, pero no para escucharlos más de cerca. ¡No! La futura Areli, cantante de rancheras, se incorporaba a los artistas para cantar con ellos y bailar. Claramente, si en esa época hubieran existido las redes sociales, habría sido tendencia a nivel mundial grabar esa carrera e incorporación al show callejero de una pequeña de tan sólo 3 años.
Quienes la conocen, quienes la vieron desde niña, saben que tiene un algo especial. ¿Un encanto? Uno que los animales perciben, pues si a los 7 le cantaba a las gallinas, nadie sabe cómo a los 2 años su madre la sorprende con un ratón de campo con el que jugaba en el jardín. La infancia de Ana María Méndez Araneda se desarrolla en perfecta armonía de contacto con la naturaleza y la música heredada de su bisabuela y su padre. Todo a orillas del imponente río Bío-Bío en las faldas de un cerro Manquimavida.
¿Cómo surge la música?
“Mi bisabuela era cantora popular y se saltó una generación. De ahí a mi papá, quien desarrolló el gusto por la cueca popular. Ella cantaba canciones populares, cuecas, con guitarras campestres y la iban a buscar en carreta a la señorita Ube para animar las diferentes trillas a yegua suelta”.
Entonces ¿podemos decir que lo llevas en la sangre?
“Yo creo que sí, porque yo venía de fábrica con esto”. Las risas son totales, su espontaneidad contagia.
Y esa fábrica, ¿cómo se fue desarrollando?
“De ahí se dio en el colegio. Entré a los grupos folclóricos donde aprendí a tocar guitarra, de ahí a los festivales, (desde los siete a los 13 años). En la adolescencia me dio un periodo mutis, no quise cantar por ocho años. Como la edad del pavo que me llegó tardía. Y me dediqué a bailar y aprendí algunos ritmos. Y el baile me devolvió a la música y lo retomo pasados los 20.
En la universidad empecé en los grupos folclóricos de bailes, salsa, tango, etc. Y en una clase de salsa, en una disco que ya no, existe H2O de Concepción, nos quedamos un poco más tarde al término de la clase y, Claudio González, uno de los chicos que estuvo en Rojo (programa de Tvn) de la primera generación, dijo ‘¿quién quiere cantar?’. Me puse a cantar y la gente se paró y comenzó a bailar. Me ofrecieron trabajo en ese lugar y empecé a cantar de nuevo”.
Eres profesora de inglés, titulada de la Universidad de Concepción, pero ¿siempre tenías claro que tu tema iba por el canto?
“Sí, de hecho, los últimos dos años de la universidad estuve cantando en este local paralelamente al estudio. Después se abrió el casino Marina del Sol y me fueron a buscar y de Los Ángeles, Temuco… La gente de los casinos recluta artistas en otros lugares y se fue dando, se fue pasando el dato, corriendo la voz, afortunadamente para mí. Y llegué a los mejores lugares del centro sur de Chile”.
Pero creeo que en algún minuto tuviste que recorrer las calles ofreciéndote para cantar.
“Es que después de este transitar por casinos, llegué a un crucero alianza de la Royal Caribbean con Disney, crucero que iba entre Bahamas y Orlando, y me fui una temporada. Volví y por cuestiones del corazón me fui a la Cuarta Región y ahí no me conocía nadie -y lo dice bajando la voz, como haciéndonos cómplices de un secreto- Entonces tuve que ir por toda la Avenida del Mar (principal arteria que cual cordón de restaurantes, locales nocturnos y el mismo casino, une Coquimbo con La Serena) buscando trabajo. Iba a los restaurantes y decía ‘hola, soy cantante, le gustaría conocer mi trabajo’ y mostraba imágenes de lo que había hecho.
En ese retorno, el primer pago fue una tabla y como no tomo, dos jugos”. Todos reímos.
¿En qué local fue eso?
“Living Loft y ahora se llama Living Beach. Y ahora es gigante!!!
Gracias a ti.
“¡Sííí! – Se ríe y agrega- Del Rene Díaz, que fue el primer jefe que tuve antes de iniciar mi trabajo como grupo. No me pudo ofrecer más, porque iban a hacer un desfile de moda y necesitaban tres canciones y la presentación del desfile de un destacado diseñador nacional, que es del norte, César Ledezma. Era su presentación de temporada y él me vistió esa noche. Ninguna de las asistentes ABC1 -lo dice con picardía- sabían que yo, con esa tremenda vestimenta, estaba trabajando por ese pago. Pero eso permitió que se grabara un vídeo por un asistente y me llamaron del casino Enjoy”.
¿En qué minuto surge esto que mezclas el inglés con el español en la rancheras?
“Este año (2023) dijimos con los colegas que toco, una banda de Coquimbo que tenía otro nombre (actualmente Los Gavilanes), apostemos por hacer algo diferente, además yo compongo…
Si bien la cumbia ranchera ahora es Boom, existe desde los años 60. Con el terremoto (Valdivia) llega mucha ayuda de México (como de otros países) y, además, con las películas de la época.
La alianza entre México y Chile es muy bien recibida por los mexicanos, quienes se llegan a emocionar de lo que nos gusta la música mexicana. Pero también los mexicanos sembraron su cultura por otros países, entre ellos, Colombia, Brasil, obviamente, Estados Unidos. Quisimos hacer un rescate de lo que era la Cumbia Ranchera en diferentes lugares, además de Chile con unos representantes que merecen todo mi respeto y admiración.
Entonces nos fuimos bien al norte, a Texas (en su estudio desde Chile), para hacer un rescate del tema Hey Baby Qué Pasó? Tema que conocí por mi amigo y compositor, Francisco Peña, que le compone a Negro Piñera, Santos Chávez, Zalo Reyes y a mí me ayuda con mi pluma, cuando yo hago mis composiciones. A él le encantaba este tema.
No es mi letra, pero si mi adaptación espanglish. La original es solamente inglés con un ritmo de Vals Ranchero. Lo tuve que hacer para que lo escucharan acá y como profesora de inglés, sé perfectamente que no puedo llegar una sala a hablarles en ingles a mis alumnos que no tienen los dos idiomas. Por lo mismo hicimos el Hey Baby en versión spanglish y lo adoptamos con sonidos AG, Arely y los Gavilanes, con nuestro sello, o sea, usamos la tuba y los bronces”.
Un tema que es consecuencia del éxito de su primera canción: Sólo Quiero Divertirme, que en su producción audiovisual aparece el futbolista Diego Mono Sánchez, arquero de Coquimbo Unido. Producción que muestra elementos representativos de Coquimbo, región de sus músicos y que para Areli “es tan querida”. Así se muestra la medialuna de Pan de Azúcar, camino a Ovalle, los extras son grupos folclóricos de Coquimbo y la pareja protagonista en el baile, son los campeones nacionales de Cueca Senior, que bailan al ritmo de Areli y Los Gavilanes. Audio que, además, fue grabado en el estudio de los Vikings 5, originarios de la región.
¿Vienen más temas mezclando el inglés y el español?
Sí, pero no todos … ¿gustó harto? ¿Verdad?
Sí, así lo creemos, pero ¿qué es lo que ustedes ven?
Ya que nos movemos harto en redes sociales, el tema HB acumula más de 75.000 vistas en YouTube, considerando que lo lanzamos hace un mes.
Entonces tu idea de hacer algo diferente, claramente, ha dado resultados y hay que seguir por ahí ¿o no?
“¡Por supuesto! Y mis Gavilanes me apañan. Seguir rescatando ritmos que nos gustan harto, pero darle un toque para que lo haga novedoso”.
Después de ese ratón de campo, de dar concierto en el gallinero, ¿has tenido más Mascotas?
“Mi primera Mascota fue un Pastor Alemán, llegó recién destetado, lo llamé Aku, demonio en Rapa Nui, porque era ¡malito! Lamentablemente, cuando recién paró las orejitas falleció, que fue como a los tres meses. Me fui a vivir sola, recién egresada de la universidad y tenía mi perrito para que me acompañara. Fue un tremendo golpe para mí, imagínate irme a vivir sola y que falleciera el perrito que era mi compañía. Después de eso, me regalaron una Boxer que estuvo conmigo 14 años se llamaba Eywa por la película Avatar”.
¿Cómo fue tu relación con Eywa?
“¡Maravillosa! Me acompañaba al casino a trabajar, se quedaba en el auto y los guardias estaban pendientes de él y cuando yo estaba cantando me hacían señas de que estaba bien. Después llegó el segundo perro que me lo regaló una señora del gimnasio, que era una cruza de Pastor Belga con papá NN y la tía de ese perrito asistía a Carabineros. Aún está conmigo, es negro entero y se llama Gambó, en honor a uno de los primeros guerrilleros africanos que liberó Haití, según novela de Isabel Allende. Pero porque es negro no más, mi perro no hace nada, es súper guatón, con suerte corre”.
Tras contarnos del gordito Gambó, la incorporación de perros a su vida no se detiene, claro, un poco difícil si consideramos que Areli se especializa en rescatar perros de raza cuando nadie los quiere. Así, “una amiga me contó que había una perrita, Bull Terrie ancianita, que la tenían en un criadero, pero era muy tímida. De hecho, mis pollos le pegaban. Conmigo vivió siete años. Y como seguí sumando perritos y los tenía que sacar a pasear a todos, desde que me fui al norte, mi mejor amigo, Tomy Hey (Rapa Nui), es el encargado de alimentarlos y pasearlos y todas las preocupaciones cuando yo no estoy”. Acción de rescate que no se detiene, porque la carismática Areli apoya a la fundación Perros Perdidos y Encontrados en La Serena.
En tu Instagram te hemos visto que paseas a tu hija sobre un caballo, ¿cómo es tu cercanía con estos animales?
“En mi casa de Chiguayante, no tengo, porque no estoy siempre y en Coquimbo vivo en un departamento, sería imposible”. Areli suelta su risa fresca y pura. “Pero mi papá tiene un campo en Talcamávida y allá sí hay caballitos y ahí los disfruto muchísimo y siempre que tengo un encuentro con caballos, yo me acerco y sigo un ritual de darles comida, acariciarlos para conocernos mutuamente. Tengo un amigo que vive en Pan de Azúcar y me hace clases de equitación”.
¿Qué te genera el contacto con caballos?
“Es indescriptible la conexión con un caballo, pese a que no lo puedes subir a tu cama, como a un perro. Pero es increíble cómo te entienden, el tema energético no me sorprende, pero genera siempre en mi un impacto emocional. Cuando llego al lado de un caballo lo tengo que saludar, tengo que hacer un cuento mío, que es para que me tenga confianza y yo confiar en él. Lo alimento, que me huela, porque creo que siempre me sentirán el olor a mis perros y, luego, subirme”.
¿Qué te reporta la cercanía con las Mascotas?
“Esto es un tema muy personal, pero que te autorizo a decirlo. Me demoré tres años para poder ser mamá. Desde los 20 quería serlo, pero no estaban las condiciones ni la persona, entonces los perros fueron mi compañía, fueron mis hijos pero sin humanizarlos. Me acompañaron cuando todo el mundo me decía ‘tienes que relajarte’, que es lo más difícil cuando estás en el proceso de querer ser mamá.
Un poco antes del estallido social, comenzamos el difícil camino de ir a médico para un tratamiento de fertilidad. El estallido bajó el trabajo, fue cuando me encontré una perrita en el sector de la Herradura de Coquimbo. Vivía en la calle y en las peores condiciones, estaba en los huesos. En el lavado de estómago, entre todas las cosas, tenía tierra y en el destartraje se le cayeron mucho dientes, pensé que era de viejita, pero era por la mala alimentación. Nunca había visto una Mascota tan chica con tanta garrapata, además con mucho miedo, tanto que cuando la comencé a bañar y le pasaba la mano ella cerraba los ojitos temerosa de una agresión.
A la semana mi marido me vio tan contenta con ella que me dijo que me la quedara. Así, entre la pena de no poder hacer música por el estallido social y lo que estaba pasando en el país, sumado a mí anhelo de querer ser mamá, volqué todo mi preocupación en la perrita. Cuando fuimos a la segunda etapa del proceso de fertilización, el bombardeo hormonal, el médico me dijo que tenía seis semanas de embarazo. ¡Fue mágico!”. Los ojos de Areli se humedecen y su tono de voz marca la emoción de ese instante como si fuera hoy, toma aire y sentencia: “O sea, la compañía que te dan los perros es una cosa importante, pero el hecho de que a esa perrita yo la salvé, pero ella me salvó en otro sentido, no se puede explicar. Magnolia, sigue con nosotros en nuestro hogar de Coquimbo.”
¿Cuáles son tus proyectos profesionales?
“El verano, gracias a Dios, muchas giras en el norte y hay algunas solicitudes en Chiloé. Terminado el verano tengo planificado ir a Perú, porque al igual que México tiene una riqueza musical enorme, producto del mestizaje y nuestro primer tema, increíblemente, tuvo muy buena recepción. Inclusive un DJ de allá hizo una mezcla bailable y tuvo tal recepción de parte de los DJs como de la gente, que tuvimos algunas entrevistas en canales de televisión de Perú online.
Y ya he trabajado en Perú con músicos criollos, que para cualquier músico nacional, tener contacto con músicos criollos ya es muy importante. Es como que un peruano venga a cantar cueca con arpa y acordeón a un grupo acá. Trabajé con músicos criollos, tuve muy buena recepción varios años en el sur, esporádicamente, es decir, me llamaban y viajaba. ¡Y ahora, volver a Perú! Es para mí muy importante, siempre me he sentido como en casa”.
¿Están invitados a la televisión, a un festival, a qué?
“Un productor en Perú, que está interesado en nosotros, está viendo el tema de la gira. No sé si el primer viaje sea con los Gavilanes o viaje yo como embajadora. Ahí depende del bolsillo del productor. Así es que aprovechamos de mandarle un saludo a Mario Senclen Gastelo.” Recado que lo remata con su simpática risa.
La pequeña que con 3 años se soltaba de su madre para cantar con artistas callejeros, la niña de 7 años que con guitarra en mano se metía al gallinero para darles concierto a sus plumíferas Mascotas, la pequeña a la que los ratoncitos de campo se le acercaban para jugar, la niña en la que gritaba con fuerza la sangre cantora de su bisabuela, se ha hecho una artista que crece rápido. En menos de un mes su tema en Spanish English Hey Baby Qué Pasó?, logra más de 75 mil visualizaciones y aún no se promueve en Perú donde, por su primer éxito, ya se trabaja para llevarla de gira.
Entonces que quede escrito, Areli y Los Gavilanes son de Chiguayante y Coquimbo, no vayamos a tener que sumarlos a la discusión del Pisco o Condorito.
Rodrigo Rincón González
Director Editor
Mix Medios SuperMascotas
Máster en Ciencias de la Información
Universidad de Navarra
rodrigorincon@supermascotas.cl