Felipe Horta: Piloteando Hacia el Respeto Ambiental

Su nombre está en incontables copas, títulos y premios del motociclismo y automovilismo. Pero el reconocido piloto nacional no descansa y en seis años no deja de acelerar en la carrera más importante de su vida: convertir a la Región del Bío-Bío en la catedral del Mundial de Rally. Su gran prueba deportiva en la que el respeto de la flora y fauna lo lleva de copiloto.

Para conocer los detalles, logramos alcanzarlo, claro, con un poco de su ayuda. Aquí parte de su historia de vida junto a las Mascotas y su esfuerzo por conseguir la meta en su gran carrera profesional.

*En Portada junto a la perra Canela de la agrupación Pro Animal de Talcahuano.

¡Emilia no aparece! Felipe Horta sólo tiene 6 años y escucha la alerta que recorre su hogar. Su primera Mascota ha desaparecido. Aunque suene tragicómico, al futuro gran piloto de Chile se le ha escapado una tortuga.

Es que todo en Felipe parece ser un Rally y al mismo tiempo no lo es. Tal vez, el espíritu de Emilia lo acompaña y se mezcla con su energía para saber cuándo y cómo poner la calma, cuándo frenar antes de la curva o cuándo acelerar en las vueltas de la vida.

Así, llevarlo de Portada número 62 del Mix de Medios SuperMascotas surge a principios de agosto y seguirle el ritmo ha sido una carrera que creemos ya casi nos deja como navegantes.

Ahí estaba, trabajando en el suelo del aeropuerto Carriel Sur de Talcahuano, junto a sus Productor Ejecutivo, César Norambuena. Planos en el suelo, definen trazados de la ruta. Entonces, fue capaz de hacer la pausa y escucharnos para conectar con nuestro Medio de Comunicación especializado en el tema animal y cuidado de lo que nos rodea, “las coincidencias, Rodrigo, no existen. Yo siempre he tenido la convicción que por algo hay este tipo de encuentros”, nos comienza a relatar en la nota que, de inmediato desde el mismo aeropuerto, hicimos para nuestras diferentes plataformas. Oportunidad en que nos adelantó importantes novedades que traería, en el área de la conservación, la nueva fecha del Mundial de Really que hoy, jueves 28 de septiembre hasta el 1 de octubre, por segunda vez, se realiza en la región del Bío-Bío.

Miércoles 2 de agosto y comenzamos a seguirlo hasta que, finalmente, como si de entrar a los pits se tratara, el reconocido piloto que parece no detenerse, hizo la pausa tras la maratónica y caótica sesión fotográfica que hicimos para la Portada en la actividad animalista con la comunidad de Brisas del Sol. Felipe Horta parece que saca el pie del acelerador para darnos unos, para nosotros, escasos 30 minutos que le pedimos. “No será mucho”, nos dice con simpatía. Intentaremos acelerar, le prometemos. Es que el inicio del Rally Mundial está a sólo horas.

Hecha la pausa, llevamos a Felipe, no al piloto, a sus recuerdos, a esos primeros contactos con animales, con Mascotas. De inmediato aparece Emilia, no lo duda y la mirada le cambia.

“¡Uyyy! En mi niñez, tuve una Mascota que me marcó mucho, cuando era muy chico. Tuve una tortuga que permanentemente estaba cuidándola, alimentándola y que se escapaba. Hacía unos hoyitos y se perdía varios días y volvía a aparecer y yo le daba de comer a mi tortuga. Tengo marcado el tema de mi tortuga Emilia…”, Felipe detiene su relato y, por ahora, no indagaremos más.

“Y bueno, después tuve un lindo recuerdo de un perro que tuve mucho tiempo. Un Pastor Alemán que lo tuvimos de recién nacido, Dolfo. El Dolfo nos marcó como familia. Hoy día el recuerdo de Dolfo es importantísimo para mí y para mis hijos, porque nos acompañó durante mucho tiempo y era un perro noble, cariñoso y educado. Él hacía todas sus necesidades en los lugares adecuados, no molestaba, no ladraba, no era inquieto, todo lo contrario, era un perro muy inteligente. ¡Muy inteligente! Y que nos marcó en la vida”.

¿Por qué los marca como familia?

“Por su conducta, cómo se desenvolvía con nosotros, lo tuvimos 15 años. Era muy tierno, era muy regalón. Cuando llegaba del trabajo, cada día, él me estaba esperando en la puerta de la casa y se tiraba en el suelo para que le hiciera cariño”.

¿Y cómo llega a la familia?

“Mi hermano recibió dos perros. Rocky y Dolfo. Rocky se quedó en la casa de mi hermano en Temuco y Dolfo lo trajeron mi papá y mi mamá desde Temuco a Santiago. Debe haber llegado con un mes y medio, dos meses, chiquitito, Pastor Alemán. ¡Uf! ¡Una maravilla! Como te digo, son recuerdos muy lindos, porque las Mascotas te dan y te sacan una forma de amor que es distinta.

Se te nota en la mirada cuando ya hablas de tu perro. Y ¿cómo deja de estar con ustedes?

“Falleció de viejito. Le tuvimos que poner una inyección porque ya estaba muy mal y ahí lo acompañamos hasta el final. Me acuerdo del minuto en que se fue, después como hicimos su funeral. Esto fue en el Arrayán, hicimos una excavación súper profunda, nos preocupamos que quedara en un lugar bueno… Y es un lindo recuerdo. Ayer hablé con la Paloma, mi hija mayor, y nos acordamos del Dolfo, de lo simpático y buena onda que era. Era muy correcto, era realmente un perro muy higiénico. Piensa tú en una casa en el Arrayán, que para mí era un misterio dónde iba al baño, porque nunca encontramos nada de él – reímos – Así que, ¡bonitos recuerdos!”

¿Hoy, hay Mascotas en tu vida?

Hoy día mi hija del tercer matrimonio (cumple 9 en diciembre), tiene una perrita que se llama Plumi y ella se preocupa de su perrita constantemente. Plumi está en la casa de mis suegros que está muy cerca de la nuestra. Nosotros vivimos en departamento, por lo tanto, la Plumi está con los abuelos y es un motivo más para estar, para compartir con ella y en familia. Es una perra muy encantadora, es un Sheltie (Pastor de las Islas Shetland, origen: Escocia. Se le suele decir Collie Miniatura, pero no lo es). Muy peluda, muy linda, muy fina, muy juguetona, muy divertida”.

En la actividad con Mascotas de hoy te vimos muy conectado con la perra Lulú.

“Lo que pasó hoy día también me marcó mucho. Porque cuando tú ves personas que hacen una agrupación, que se preocupan, que rescatan un perro atropellado, que lo llevan donde el Veterinario, que le operan una patita, una manito, que le ponen estos clavos por afuera, que tienen animales en adopción, es bonito”.

Pero, además, Lulú, te recordó algo.

“Nosotros tenemos en la oficina una experiencia del Rally de Calle Larga el 2021 en que, Claudio Estrica, que trabaja en la producción, echándose marcha atrás con su camioneta, atropelló a un perrito chico. Lo tomó, lo puso en la camioneta, lo llevó al Veterinario y resultó que el perro estaba quebrado entero. Lo tuvieron que operar, le pusieron placa metálica en la cadera, en el fémur y lo trajo a la oficina. Claudio lo hizo por cuenta personal, se gastó el 80% de su sueldo y no le pidió plata a nadie. Se compró una casita para que estuviera adentro, comida de la mejor calidad posible. Pasaron, por lo menos unos tres meses de recuperación, hasta que comenzó a caminar poco a poco. Hoy día, Callelarga, así le pusimos, cumple un rol súper importante en la empresa, porque todos lo aman, todos lo quieren, todos se enternecen con él. La ternura nos aparece a cada uno jugando con él.

Hay una imagen, por ahí que te la podría llegar a conseguir, de la partida protocolar del Rally del año pasado en que llevamos a Callelarga y contamos su historia. Son cosas bonitas, porque uno logra humanizarse más, sensibilizarse con los animales y eso creo que es súper importante”.

¿Ese es el valor que les asignas a las Mascotas, lograr sacar lo mejor de uno?

“Sí, sacan la humildad emocional. Te sacan la soberbia, te sacan el egoísmo, te desprende de todas las cosas que son tan duras, de lo que es vivir en la sociedad en que estamos hoy en día como planeta, de la urbanidad, de la estructura, del funcionamiento en el concreto armado que hay en nuestras vidas, ese concreto duro, rígido, impenetrable. Y de alguna manera uno se contagia de eso, los animales te sensibilizan al respecto”.

Este espíritu que tienes garantiza aún más que este producto, el RALLYCHILEBIOBÍO, desarrolle la protección ambiental? Lo que denominan el trabajo por capas.

Exactamente. Llevamos trabajando ya seis años. Cuando hicimos la postura del campeonato del mundo, tuvimos que hacer una carrera demostrativa para la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), para los constructores del campeonato del mundo. La FIA observa una fecha del campeonato nacional a la que tú le pones ingredientes similares a los de un campeonato mundial. Se llama Evento Candidato, donde te ponen a prueba si eres capaz de organizar una fecha del campeonato del mundo, en términos de seguridad, organización deportiva, todo lo que tiene que ver con la funcionalidad de un deporte que, al producirlo, es de alta complejidad.

En ese evento, pasamos por un camino en que había un humedal en Lenga e, inmediatamente, reaccionaron las ONG ambientalistas y nos hicieron ver el error y frente a esa situación, me acuerdo haber hablado con los ambientalistas y les dije, ‘mira esta fiesta la tenemos que sacar adelante, es una oportunidad que tenemos de traer un gran evento mundial a Chile, busquemos una solución´. Nunca me voy a olvidar, la persona me dijo: ´nosotros no transamos con los temas de medio ambiente y naturaleza. Esto no es algo negociable, esto es o no es´. Llegamos a la solución de acortar el tramo de carrera, de regar para no levantar polvo, no volar con helicóptero, de reducir la cantidad de kilometraje en esa pasada.

De ahí se generó la relación con estas organizaciones ambientales que nos permitió ir aprendiendo, para hoy tener un equipo de profesionales enfocados en una carrera de rally que primero pasa por un tema de naturaleza y medio ambiente. El tema capas es muy importante, es como que tú te levantas con un dron y haces una visión completa del lugar donde quieres hacer la carrera. Y la primera capa de proposición para hacer una carrera tiene que ver con el medio ambiente.

¿Cómo define esto la ruta?

No podemos hacerla en lugares donde hay cordones biológicos, tampoco donde hay humedales y una vez que no hay cordones biológicos ni humedales, vamos por el tema de la fauna. La movilidad de fauna: pumas, pudúes, ratones, todo los animales silvestres que puedan existir. Frente a eso se ponen cámaras ocultas para ver y observar la funcionalidad, el desplazamiento de la fauna y después, una vez que ya existe eso, cuando se activa la carrera, ponemos Guarda Rally, personas con bocinas que los alertan y los dispersan (a los animales) del lugar por donde pasará un auto de carrera. Por otro lado, de ocurrir algún accidente, que fallen los protocolos, tenemos los Veterinarios preocupados de ir al rescate de los animales con una ambulancia.

Después están todos los temas que vienen con la medición de huella de carbono con respecto a cómo manejamos los residuos. Es increíble cuando el rally llega a un tramo de carrera, te encuentras con que, lamentablemente, la gente va y bota basura en los caminos rurales, como si no fuera su responsabilidad. Es como que van al baño y tiran la cadena, tiran su basura y la dejan en un lugar en que compromete la fauna y flora y genera una sensación que es penosa. Creo que una de las grandes debilidades que tiene la humanidad es que no somos capaces de hacernos cargo de la generación de nuestros propios residuos.

¿Cómo abordan la responsabilidad del público? Ya no es el rally.

“Educando a tu público. Le dices vaya a la ruta, no haga fuego y si lo hace, preocúpese de apagarlo. Si tiene residuos, lléveselos de vuelta a su casa, llévelos a un lugar adecuado donde botarlos; pero, además, vea si hay más residuos, los que no son propios y llévelos”.

¿Eso está ocurriendo?

“Se está construyendo poco a poco. Cambiar esa forma de ser, cuesta mucho”.

Y ustedes ¿se hacen responsable, lamentablemente, también de aquello?

“¡Sí, lógico! Nosotros sacamos del orden de 600 a 700 m³ en los caminos y ahora está el compromiso de volver a hacerlo”.

¿Dónde está la meta del RALLYCHILEBIOBÍO y sus fechas mundialistas?

El convenio son tres fechas 2019, 2023 y 2024 y mi visión es que esta región (Bio-Bío), se transforme en una catedral de la actividad, para la generación de empleo, para la especialización en las labores técnicas y profesionales que tiene el evento deportivo. Ya sea en los institutos, en las universidades. Hacer que los muchachos se interesen en ser parte de su activación, que puedan estudiar carreras que tengan relación con esto.

Veo la continuidad de acuerdo a la herramienta funcional desde el punto de vista económico, estratégico y comunicacional que tiene este evento para el mundo. Me encantaría que cuando yo no esté, siga existiendo la actividad y que siga beneficiando a tanta gente, porque cuando tú haces un evento mundial y lo haces gratuito la gente de verdad te lo agradece mucho.

Vuelvo sobre esa primera Mascota, la tortuga Emilia. ¿Qué pasó con ella?

¡Nooo, se fue! Se fue y fue muy penoso para mí, porque en un minuto hizo un hoyito y no volvió más. ¡No, no! ¡Fue terrible! Fue terrible, pero bueno, así es la vida. La perdí y me quedó muy marcado el recuerdo.

Tan marcado que al inicio de nuestra conversación no titubeó en recordarla a la hora de volver la mente atrás. A ese primer contacto con animales, a su primera Mascota, cuando sólo tenía 6 años, a la tortuga Emilia que se le escapó al futuro gran piloto chileno.

Sentimiento que, seguro, lo acompaña e inspira, marcando su especial espíritu, uno que parece va de prisa, pero sabe hacer la pausa. Porque, finalmente, no es más rápido el que va raudo, si no el que sabe elegir el camino verdadero. Ahí parece pilotea Felipe Horta y de navegante, dicen, se logra ver a Emilia.

Rodrigo Rincón González
Director Editor
Mix Medios SuperMascotas
Máster en Ciencias de la Información
Universidad de Navarra
rodrigorincon@supermascotas.cl

Felipe Horta
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